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Hokomi

“El Método Hakomi

El método Hakomi de Ron Kurtz es una terapia centrada en el cuerpo y, por tanto, una terapia ascendente que va desde lo somático a lo cognitivo integrando las emociones. Se fundamenta en la plenitud de conciencia, el cuerpo y la no-violencia. Esta podría ser parte de cualquier método de psicoterapia. Sin embargo, es mucho más que una terapia. Hakomi es parte de la tarea universal humana por entendernos a nosotros mismos, para liberarnos del sufrimiento innecesario que causa el desconocimiento de quienes somos y de cómo se sostiene el mundo”.

En pocas palabras es una técnica de sanación del niño interior.

El flujo del proceso y sus 7 etapas

 

1. Crear una relación terapéutica mediante las tres actitudes rogerianas de congruencia, aceptación incondicional y empatía para que la persona pueda entrar en el flujo del proceso (o experiencia) en la confianza de que será aceptada, comprendida, no enjuiciada y sostenida.

 

2. Establecer plenitud de conciencia, mediante la inducción y seguimiento por parte del terapeuta del movimiento hacia adentro del cliente.

 

3. Evocar la experiencia significativa llevando a cabo el seguimiento de los resultados de la aplicación de las cuatro técnicas: lanzar sondas, hacerse cargo, reconocimiento y experimentos. Estas experiencias evocadas pueden ser pensamientos, imágenes, recuerdos, sentimientos, el surgimiento del niño o niña interior...

 

4. Acceder, profundizar y transitar en el procesamiento mediante las cuatro técnicas básicas pero en un seguimiento más profundo, y yendo a donde nos guía el inconsciente del cliente. 

 

Este procesamiento puede llevarse a cabo en función de tres estados, que van a depender de cómo opera el flujo del proceso en el cliente.

 

Estos tres estados específicos son:

 

  • Buscar significados y material nuclear: En función del modo en que la persona lee el mundo tendrá un modo de experiencia. Se trata de obtener palabras que den significado a esta lectura del mundo y de la experiencia, así como profundizar en los sentimientos y aclarar las memorias.

  • Trabajar con la niña o niño: Durante el procesamiento la persona puede contactar con el sí mimo niño. El terapeuta no convoca al niño, sino que se lo encuentra, es parte del cliente. En estos casos es necesario trabajar desde una conciencia dual: el adulto actual y el niño. Se trata de mostrar que el adulto puede ser una persona compasiva con el niño que sufrió, y que va a asumir el rol que necesita ese niño dándole la experiencia faltante de seguridad, amor, aprecio por lo que es...

  • Trabajar con emociones fuertes: El cliente, al evocar la experiencia y estando en ella, puede sentir emociones de una enorme intensidad. El terapeuta acompaña y dota de recursos para el manejo de la experiencia sin que sea retraumatizante.

 

5. Transformación: El procesamiento de la experiencia evocada lleva a la transformación. Esto implica ayudar al cliente a que la experiencia que tenga que ocurrir, ocurra.

 

6. Integración: La experiencia ha generado unos cambios en la lectura del mundo y de sí mismo desde una perspectiva experiencial, no solo cognitiva.  El método Hakomi genera insights no solo cognitivos sino también emocionales y corporales, profundos. Se trata de integrar todo ello en la globalidad de la persona.

 

7. Terminación: En general ocurre de forma espontánea. Es el cliente quien termina cuando ha llevado a cabo la integración. Por ello, es importante considerar que una sesión de una hora se quedará corta en la mayoría de los casos y que hay que prever sesiones de hora y media o dos horas para que pueda terminarse el proceso de forma espontánea respetando el ritmo del cliente.

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